Cochamó une tradición y comunidad en minga de tiradura de casa por mar

En el corazón de la Región de Los Lagos, la comuna de Cochamó se erige como un puente entre el mar y la cordillera, abarcando un territorio que va desde el estuario del relón Cadí hasta la frontera con Argentina. Esta ubicación geográfica no solo une paisajes diversos, sino también culturas, donde las influencias de Chiloé se entrelazan con la vida cotidiana de los lugareños.

Hace casi una década, nació la idea de revivir la tradición de la tiradura de casa por mar, una labor colectiva que marcó la historia local. En pleno verano, los habitantes de Cochamó organizan una verdadera fiesta para conmemorar esta actividad, atrayendo a miles de turistas de todo el país.

Este año, la festividad contó con la participación de visitantes provenientes de diversas regiones, demostrando el interés y la pasión que despierta esta tradición ancestral. Desde tempranas horas de la mañana, embarcaciones remolcan la casa por el estuario, acompañadas por decenas de lanchas tripuladas por lugareños y visitantes.

Francisco viajó más de 2821 kilómetros, desde Iquique, para poder participar de una experiencia que no lo decepcionó. “Vi la versión anterior y tuve la personalidad de hablarle por interno por, Instagram, y les dije si que había la posibilidad de alguien desde otra región pudiera participar y me dijeron que sí. El año pasado, alrededor de septiembre, me avisaron cuál era la fecha… Esperé, me compré los pasajes en octubre, pasamos unos días en Llanada y nos vinimos a las 6 de la mañana para llegar” nos cuenta con entusiasmo. 

Y es que para Francisco al igual que para las 5 mil personas que llegaron a presenciar la tiradura, se trató de una experiencias inolvidable.

La navegación

Todo comienza en el mar, a dos horas de navegación del poblado. La casa es remolcada por una embarcación y acompañada por decenas de lanchas con lugareños y visitantes. Este año tanto el viento como las mareas acompañaron para que la estructura navegase sin inconvenientes por el estuario.

Silverio Morales, alcalde de Cochamó, explica que esta actividad “significa una tradición y un amor y un cariño para nuestra gente, porque la cultura nuestra es siempre apegada al mar, a nuestros ancestros, nuestra forma de vida. Nuestra comunidad se formó por las primeras familias que llegaron navegando hasta el estuario del Reloncaví, donde se establecieron y de ahí somos originarios. Pero tenemos un ancestro que es navegante isleño, pero que se transformó y se convirtieron en pequeños agricultores”. 

Si bien todos entienden que esto es una recreación, la casa con alguna ampliación, será entregada a una familia que lo necesita, por lo que la minga cumple una finalidad social, como en su origen.

Mientras la casa navega, miles de personas se congregan en el muelle para mirar esta singular operación y otros para ayudar a deslizar la casa sobre la rampa. No es una tarea fácil...requiere bastante coordinación porque son cientos las personas que deben tirar de los lazos para que la estructura se desplace ahora por la tierra. El entusiasmo es total, pese al calor y el tumulto.

Después de un recorrido por varias calles, la pequeña vivienda ya está en su lugar. Y la satisfacción para quienes participaron es completa. Todo termina, y como no, con una fiesta gastronómica y de música tradicional. Es el día en que más de 5 mil personas llegan a Cochamó para vivir una experiencia única en la Patagonia Verde.

Más detalles de esta historia los puede ver a continuación en el reportaje de Vértice TV:

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