Salud
23 de junio de 2025 | 15:55Cómo evitar que tu refrigerador se convierta en un foco de bacterias
Aunque a simple vista luzca limpio, el refrigerador puede convertirse en un ambiente propicio para la proliferación de bacterias peligrosas si no se mantiene una higiene y organización adecuadas. Gérmenes como Listeria monocytogenes, Salmonella o Escherichia coli pueden sobrevivir y multiplicarse incluso a bajas temperaturas cuando se descuidan las condiciones básicas de conservación.
Claudia Rojas, académica de la Escuela de Nutrición y Dietética de la Universidad Andrés Bello, advirtió que "muchas de estas bacterias provocan enfermedades gastrointestinales que van desde cuadros leves con diarrea y fiebre, hasta infecciones graves como la listeriosis, especialmente peligrosa para embarazadas, adultos mayores y personas inmunocomprometidas".
Entre los errores más comunes que pueden favorecer la contaminación cruzada, se encuentran guardar alimentos sin tapar, dejar carnes crudas junto a productos listos para el consumo, sobrecargar el refrigerador con comida o no limpiar los derrames. También puede resultar riesgoso almacenar productos vencidos o introducir alimentos calientes que alteren la temperatura interna.
Para reducir estos riesgos, Rojas recomendó organizar el refrigerador de forma estratégica: "Las carnes crudas deben ir en la parte más baja en envases herméticos; los alimentos cocidos en las repisas superiores, bien tapados, y las frutas y verduras en compartimientos específicos separados del resto de la comida". Además, sugirió usar envases de vidrio o plástico libre de BPA, etiquetar los alimentos con la fecha de preparación y aplicar el método FIFO (first in, first out), que permite consumir primero lo que ingresó primero.
Otro aspecto clave es la temperatura. Según la especialista, el refrigerador debe mantenerse entre 0 °C y 4 °C, y el congelador a -18 °C o menos. "Esto evitará que los productos ingresen en la llamada ‘zona de peligro’, que es entre 5 °C y 60 °C, rango de temperatura en que las bacterias se multiplican rápidamente", explicó.
La limpieza también cumple un rol fundamental. Rojas señaló que debe realizarse al menos una vez por semana: "Lo ideal es hacerlo con agua tibia y bicarbonato o vinagre. Para desinfectar se puede usar agua fría con cloro (5 ml por litro). Obviamente, debe desenchufar el equipo, sacar todos los alimentos y desmontar repisas y gavetas".
Como medidas complementarias, la nutricionista recomendó evitar abrir el refrigerador innecesariamente, controlar el termostato y planificar los menús semanales para reducir desperdicios y aprovechar los productos antes de que venzan. También llamó a estar atentos a señales de alerta como mal olor, textura viscosa, moho o sabores anormales, e indicó que "la desecación también es un signo de deterioro, ya que puede alterar la calidad del alimento, incluso si sigue estando frío".
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